27/10/14

EL CUENTO DE PEGOTITA



     Hace ya un añito nació una pequeña abejita que por su pequeño tamaño llamaron PEGOTITA. Nació en una colmena común y llevo durante poco tiempo una vida común de abeja, recoger miel, hacer su panal… pero  Pegotita no se sentía feliz con su aburrida vida de abeja. Tenia muchas dotes creativas, pues con cualquier cosa que encontraba a su paso, construía “regalos” que le gustaba dejar a los bebés y niños que encontraba a su paso...

     Una noche de luna llena salió a volar por los alrededores de un pueblo, y sin saber como llego hasta un hospital, decidió meterse dentro a curiosear un poquito y ver que era aquello... Cuando Pegotita accedió al interior de aquel hospital de maternidad, se quedó sorprendida de ver todos aquellos bebés, se sintió muy feliz. Era muy curiosa, por eso se quedó observando a una de las mamás con su bebé. La mamá sonreía todo el rato y en ella se veía una luz especial que hizo a Pegotita acercarse hasta ella, tuvo mucho cuidado de no molestar con su zumbido, y poco a poco aprovecho un pequeño despiste para colarse en su bolso, no sabia lo que encontraría en su interior ni si podría salir de allí pero había algo que le llevó a meterse dentro. 

     Pegotita sintió que debía irse con aquella familia y quedarse con ella mucho tiempo,
Metida en el bolso de aquella mamá, Pegotita iba imaginando como seria su nueva vida, sus amigos, su familia, que haría y las aventuras que le esperarían.

    Mientras viajaba en el pequeño coche azul, de camino a su nueva casa, Pegotita sintió un poco de mareo con el va y ven de las curvas, pero fué valiente y pensó que pronto llegarían a casa y se le pasaría.

    Por fin llegaron a casa, y Pegotita escuchaba la voz de fondo de la mamá del bebé, pudo oír como le cantaba bonitas canciones y como le decía cuanto le quería. Aquello le produjo mucha alegría ya que allí el amor y el cariño lo tendría asegurado.

    Después de pasar un largo rato metida en el bolso, y aprovechando que la mamá se había dejado una pequeña rendija abierta de la cremallera, decidió salir a inspeccionar el terreno. Se llevó un tremendo susto cuando al comenzar a volar se topó de frente con la mamá, un enorme chillido se oyó : aaaaaaaaaaaahhhh, Pegotita mantuvo la calma y miro a los ojos de la mujer, esta sorprendentemente dejó de chillar y notó una extraña sensación, una enorme tranquilidad y paz, percibió que Pegotita no solo era inofensiva, sino que estaba allí por algún motivo. Así fué Pegotita lanzó un zumbido, que la mamá entendió perfectamente, le dijo: -Hola! Soy la Abejita Pegotita, estoy aquí porque quiero darte un mensaje muy importante; me quedo a vivir con vosotros, voy a ayudaros a vivir más felices, me dedicaré a hacer regalos para los bebés y alegraré
vuestros días con ilusión y muchas ganas por crecer juntos, solo necesito que creáis en mi, y me deis mucho amor.
La mamá le hizo un guiño de ojos, y asintió con la cabeza.


Desde entonces, Pegotita entró a formar parte de aquella familia, y comenzó a sentirse realizada, aquella era la vida a la que estaba destinada.






                   *******Fin******














No hay comentarios:

Publicar un comentario